jueves, 24 de marzo de 2011

Si Aristófanes levantara la cabeza...

Cuando tienes 16 años poco te importa si las guerras púnicas fueron el 150, 200 o 300 A.c. o si los espartanos y los atenienses se llevaban a la greña. Bastante tienes con ir al instituto cada mañana y aprobar las asignaturas hueso. Ahora bien, cuando te pones en el papel de Hera, Atenea o la mismísima Parlágora la cosa cambia. El latín se convierte en tu asignatura preferida y hasta llegas a entender el griego. Pasas de estudiar la historia y la literatura a vivirla en tu propia piel. Y es que si resulta que Zeus es tu compañero de clase, parece que lo miras con otros ojos. Esto es lo que les pasa a los alumnos de clásicas del I.E.S. José Vilaplana de Vinaròs y miembros del grupo de teatro Ipso Facto.

Charo de la Haba, Jesús Gracia y sus alumnos han presentado hoy su obra al certamen Compitalia organizado por la asociación Prosopon teatre en Valencia. Se trata de una adaptación de la comedia griega de Aristófanes, Las Asambleístas o Asamblea de mujeres. Tres niñas preparadas para ir a la fiesta del pijama tienen que leerse un libro que les han mandado en clase. Se apaga la luz y entran las mujeres gloriosas de haber conseguido burlar a los hombres en la asamblea. Parlágora comienza su campaña mientras los dioses pelean en el Olimpo. Y las viejas de Atenas se mueren por acostarse con el joven más bello, que a su vez prefiere coquetear con chicas más jóvenes. Y todo por un nuevo decreto aprobado por las mujeres.



Y me gustaría insistir en que lo suyo es una adaptación en toda regla. El texto hace referencia a la crisis que atravesaban los atenienses en sus tiempos y que tanto nos recuerda a la situación económica que vivimos actualmente. Los vestidos van más allá de imitar túnicas y togas clásicas e incorporan elementos como tacones de aguja, cinturones de cuero o shorts. Como decorado, cinco mujeres que hacen un repaso al arte del dibujo, desde un busto griego a una cara manga. La música, por su parte, combina tambores africanos con ritmos carnavaleros, hasta incluso despunta alguna que otra guitarra heavy. Y los actores son una mezcla de personalidades, caracteres, rostros y encantos totalmente distintos que cuando se unen son capaces de arrancar una carcajada a cualquiera que esté en el graderío o hasta incluso pueden hacer que se te caiga la lagrimilla si eres el padre-madre-abuelo-hermana de alguno de ellos.

Cabe destacar que es admirable el esfuerzo, empeño y dedicación que tanto profesores como alumnos invierten en cada uno de los proyectos del grupo de teatro. Cada uno de estos trabajos no es uno más, sino que contribuye a que Ipso Facto sea uno mayor. Y nos parece mentira, a los que comenzamos con la huelga de sexo de Lisístrata, que aquel pequeño grupo de instituto que formamos para poder presentarnos a un concurso, haya llegado tan lejos. Pues si bien es cierto que cada año se renueva el alumnado, cuando los de cuarto de la E.S.O. entran con ganas de comerse el mundo y cubrir las plazas vacantes de los que se van a la universidad, el grupo no deja de crecer. Cada año somos más los que vamos a apoyar a los chavales y ayudarles, ya sea en el maquillaje, peluquería, decorado, sonido  o simplemente para hacer fotos. Y todo gracias a Charo y Jesús. Pues ellos son los verdaderos responsables de que los chavales se impliquen y participen en actividades como estas y además sientan curiosidad por la cultura clásica. Por si eso no fuera poco, son capaces también de crear un grupo en el que pasas de ser el compañero de clase al amigo. Y eso sí que es digno de admirar.



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